miércoles, 30 de enero de 2013

30. - Las pastillas.

Decidí empezar a tomarme la medicación porque, como dice mi psiquiatra, estando así no voy a ningún lado.
 Escitalopram. Antidepresivo, 10mg por comprimido. Tengo que tomarme dos al desayuno. En el momento bien, pero luego empiezo a sentirme como si me abrieran la cabeza al medio con un hacha. No es dolor, es que me satura, es una sensación como de náuseas y vómito pero en el cerebro. A las dos horas y media se pasa. Por lo de ahora, no influyó en mi día a día más que en esas dos horas y media de malestar. 
Lorazepam. Ansiolítico y relajante muscular. Dos (si es necesario, tres) a la cena y uno a la mañana. Me cunden tanto que ni dios sabe cuanto, es el momento relajado del día, me hace descansar totalmente, dejo de sentirme mal, ese agobio, esa ansiedad que llevo encima el resto del día, todo eso desaparece. Lo malo es esto, que me atonta bastante. Soy incapaz de centrarme en nada, ni fijar la mirada siquiera, estoy como drogada, no tengo tantos reflejos, estoy mucho más obsesionada con el tacto de las cosas... Y eso.
Temazepam. Somnífero. Un comprimido 15 minutos antes de irme a dormir. Le tenía miedo a este medicamento en especial, por si era muy potente, pero nah. Me lo tomé como hace media hora y aquí estoy, y cuando me meta en cama dormiré bien. 
No sé si es la mezcla de los ansiolíticos y el somnífero, pero por las noches, antes de dormir, tengo como ''alucinaciones'', como si las cosas se estuviesen moviendo pero sin moverse, y cambian de color. Muy raro.
En fin, y así me va. Siento que la intención de mejorar mi vida está acabando con ella, me hunde bastante. Estoy como un poco atrapada en lo más hondo de mi, me veo como un pozo. Solo espero que toda esta mierda sirva de algo y pueda volver a ser una puta persona normal. No quiero ser una yonkie de la salud.


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