lunes, 14 de enero de 2013

14.

Cada día lo llevo un poquito peor. Me despierto y me siento cada día peor, temblando (esto es nuevo) y con pánico. Luego de estar un rato existiendo, me tranquilizo, pero me siento agotada. Hoy me levanté y pensé que en un par de días alguien especial va a venir a verme, alguien a quien echo putamente de menos; y eso me hizo aguantarme un poco, sostenerme por la mañana. El día se me hizo pesado, muy lentos me pasaron los minutos, me sentía incómoda fuera de mi casa y más todavía estando con gente. Vamos, que lo único que quería era llegar a casa y meterme en mi cama, sola por fin. Y ahora que estoy aquí, entiendo que no tengo fuerza infinita. No estoy bien, tampoco mal, pero sé que en cuanto me descuide me voy a caer de mis propias manos, me voy a escurrir de mis dedos como un pedazo de tela; me van a fallar las fuerzas y no voy a saber mantenerme arriba yo sola. Y como prácticamente cada noche, volveré a caerme en ese abismo  mental mío, y volveré a mirar a mi almohada como si se tratase de mi más querido y fiel confidente.
Y otro día más gastado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario